Una ráfaga de ondas de radio expulsada por alguna tormenta solar, superó los niveles máximos y obligó al centro de Predicción de Clima espacial de Estados Unidos a emitir una alerta por potenciales efectos de perturbación en los radares, GPS y satélites.
Comparación entre el Sol en el nivel mínimo de actividad en 2009 y hoy (SOHO-NASA)
Las ráfagas de radio son ondas procedentes del Sol, con partículas electromagnéticas que llegan a gran velocidad y que en pocos segundos logran causar interferencias en las comunicaciones y afectar a los receptores sensibles en la Tierra y en los satélites.
El Centro de Predicción informó que se registraron a las 17:14 hora UTC y duraron solo 3 minutos.
Estas ráfagas normalmente suceden cuando en algún lugar del Sol se está produciendo una tormenta solar con una erupción y eyección de masa coronal (CME). Sin embargo, no todas las masas de corona solar son transportadas por el viento estelar en dirección a a Tierra, y en la mayoría de las veces los vientos solares van en otras direcciones. El Centro de Previsión Espacial informó que una lamarada de magnitud M1 (moderada) se produjo a la misma hora.
Las CME, son partículas electromagnéticas que viajan más lento que las ondas de radio y tardan un par de días en llegar a tocar a nuestro planeta.
El día de hoy, se registró además durante la mañana la llegada de estas partículas cargadas electromagnéticamente, y se anunciaron posibles auroras boreales en las zonas polares de altas latitudes. Las auroras son causadas por el choque de los iones procedentes del Sol con el campo magnético terrestre. Se produce en ese momento un cambio de polaridad que refleja luces de colores en el cielo.
Predicciones
La actividad solar se espera baja para los próximos días. Algunas CME expulsadas en las últimas tormentas solares alcanzarán la Tierra en los proximos días. Un video muestra la actividad solar con llamaradas desde el 16 de agosto.
"El campo geomagnético se espera que sea tranquilo para inestable durante los próximos tres días (18-20 de agosto), con efectos persistentes de una CME (eyección de masa coronal del Sol) y la llegada de un agujero coronal corriente de alta velocidad", informa la Agencia Atmosférica y Oceanográfica de Estados Unidos.
Las tormentas geomagnéticas dependiendo de la magnitud pueden perturbar las redes eléctricas y los sistemas de radio de alta y baja frecuencia, además de causar nuevas auroras.