Los investigadores creen que al igual que las demás estrellas éstas nacieron a pares, como estrellas binarias.
Astrónomos de la Universidad de Bonn descifraron algunos misterios de las cuatro estrellas excepcionalmente gigantescas y solitarias recientemente descubiertas en el cúmulo de la nebulosa Tarántula, también llamada 30 Doradus, con un tamaño que no corresponde al habitual y a la generalidad de las estrellas masivas del Universo, informa la Sociedad Royal de Astronomía.
Los investigadores creen que al igual que las demás estrellas éstas nacieron a pares, como estrellas binarias, orbitando entre sí; pero el estrecho espacio provocó coaliciones entre ellas.
Cuando se hablaba de estrellas masivas, normalmente los astrónomos encontraban algunas de un tamaño 15 a 50 veces mayor que la masa de nuestro Sol, con características comunes entre sí, sin embargo, el descubrimiento se refiere a unas estrellas que son hasta 300 veces la masa del Sol.
"No sólo el límite superior de masa (de las estrellas), sino el ingrediente de la masa de cualquier conjunto de estrellas recién nacidas parecen ser (siempre) idénticos, independientemente del lugar de nacimiento estelar", dice el Prof. Dr. Pavel Kroupa de la Universidad de Bonn, co-autor del nuevo documento.
"El proceso de nacimiento de las estrellas parece ser universal", confirma Kroupa, sin embargo, estas cuatro estrellas descubiertas son una aparente excepción.
Tanto Kroupa como el investigador Seungkyung Ho, coautor del estudio, creen que estas estrellas aparecieron en la agrupación estelar en un lugar un poco estrecho, donde son frecuentes los encuentros al azar. Estos encuentros provocaron coaliciones entre las estrellas, "
donde dos se funden en objetos más pesados".
El resultado de estos encuentros interestelares facilita entonces la formación de estrellas supermasivas como las cuatro observadas del cúmulo 30 Doradus de la nebulosa Tarántula.
"Imaginemos dos estrellas muy voluminosas que orbitan entre sí (binarias), pero donde el dúo es separado por la atracción gravitatoria de las estrellas vecinas. Si su órbita circular inicial se estira lo suficiente, el accidente de estrellas entre sí la transforman en una sola estrella ultramasiva", explica el Dr. Sambaran Banerjee, investigador principal de la Universidad de Bonn.
Según el doctor Hugues Sana, de la Universidad de Amsterdan, que lideró también otro estudio de este tipo de estrellas, las grandes estrellas masivas no viven solas en el Universo como se creía anteriormente, y fueron los choques entre ellas las que habrían cambiado su tamaño.
Su estudio sobre la vida de las estrellas masivas, publicado en julio, involucró al Dr. Norbert Langer, el Profesor Dr. Fabian Schneider Izzard del Instituto Argelander de Astronomía de la Universidad de Bonn, en diez años de observaciones usando los mayores telescopios del mundo, entre ellos el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Espacial ESO, en el Desierto de Atacama en Chile.
Al respecto de las estrellas masivas, también llamadas estrellas 0, Fabian Schneider ilustra que "
la gran mayoría de todas las estrellas masivas se pasan la vida con una pareja".
Con el tiempo, aproximadamente una tercera parte de los sistemas de estrellas se funde con su compañera, al mismo tiempo que dos tercios de su material se transfiere a su pareja.
La importancia de estas estrellas para los astrónomos es que posteriormente protagonizan gigantescas explosiones al final de su vida de estrellas masivas.
Al principio son 15 veces más masivas que nuestro Sol, sin embargo, Schneider revela que el final de sus vidas se va marcando con espectaculares explosiones de supernova que incluyen los peligrosos estallidos de rayos gamma.
Las explosiones gigantescas en la final de la vida de una estrella puede ser observado desde casi todos los rincones del universo. Esto pone de relieve la importancia de los nuevos hallazgos, destaca Norbert Langer.
Nebulosa Tarántula
La nebulosa Tarántula, cuna del cúmulo 30 Doradus o NGC 2070, se encuentra colgando por encima de la Gran Nube de Magallanes (LMC), una de nuestras galaxias más cercanas, con un aspecto que los astrónomos del observatorio Espacial Europeo (ESO) de Chile, describen como un espectáculo aterrador.
Recibe el nombre de Tarántula por la disposición de sus más brillantes parches de nubosidad que de alguna manera se asemejan a las patas de una araña, pero que miden cerca de 1.000 años luz de diámetro.
Está situada a unos 170.000 años luz de distancia, en la constelación austral del Dorado (El pez espada), y se puede observar a simple vista.
Dentro de la nebulosa se encuentra un cúmulo de estrellas jóvenes, masivas y calientes, que se conocen como R 136, cuya intensa radiación ultravioleta y los fuertes vientos hacen que la nebulosa brille.
El cúmulo es de 2 a 3 millones de años. Varios de los miembros más brillantes en las inmediaciones de la densa masa son algunas las estrellas más masivas conocidas, con masas muy por encima de 50 veces la masa de nuestro Sol, informa ES.
El clúster (cúmulo) contiene más de 200 estrellas masivas y ahora los astrónomos de la Universidad de Bonn descubrieron las 4 estrellas más grandes conocidas en el Universo hasta el momento. Una de las cuales es 300 veces la masa del Sol, la R136a1.