El robot explorador Curiosity se posó ayer con éxito sobre la superficie de Marte, donde durante los próximos dos años investigará si alguna vez hubo vida o podrá haberla en el Planeta Rojo.
El Curiosity, que carga instrumentos avanzados, medirá, entre otros, la temperatura del suelo, aire, presión, humedad y radiación ultravioleta, y una antena que facilitará el envío de datos y pondrá directamente en contacto el explorador con la Tierra.
Para su misión de 2.500 millones de dólares el Curiosity lleva 10 instrumentos científicos, mucho mayores y sofisticados que los que llevaban sus dos predecesores en Marte, los exploradores Spirit y Opportunity.
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