Pastoral Litúrgica Lourdes 2007
Por lourdes
  
Lunes, 30/07/2012
La pastoral litúrgica está al servicio de la función sacerdotal de todo el pueblo de Dios, permitiendo a los cristianos el ejercicio de su sacerdocio a fin de ofrecer sus vidas como culto agradable a Dios en el Espíritu Santo. Esta acción tiene como objetivo la participación consciente y activa. Por lo tanto, la pastoral litúrgica es el arte de conducir a los fieles a una vivencia más profunda del misterio de la salvación, que es el misterio pascual.

En el conjunto de la acción pastoral de la Iglesia, la pastoral litúrgica constituye un campo específico de suma importancia, articulado con las demás pastorales. Lo dice el Concilio: "La liturgia no agota la actividad de la Iglesia (SC 9), pero es la cima y la fuente de toda su acción pastoral (SC 10)". "Antes de que los hombres puedan llegar a la liturgia, es menester que sean llamados a la fe y a la conversión (SC 9)" por el anuncio de la Palabra.

1. Pastoral litúrgica, educación y celebración
Fijemos nuestra atención en lo que el Papa Juan Pablo II nos dice en la Carta Apostólica “Vicesimus Quintus Annus”[1]:

“Pues si la reforma de la liturgia querida por el Vaticano II puede considerarse ya realizada, en cambio la pastoral litúrgica constituye un objetivo permanente para sacar cada vez mas abundantemente de la riqueza de la liturgia aquella fuerza vital que de Cristo se difunde a los miembros de su Cuerpo que es la Iglesia” (VQA 10).

La pastoral litúrgica es una tarea permanente en la que nos vemos involucrados por nuestro ministerio propio, el de la presidencia de las celebraciones litúrgicas. Además en esta pastoral están llamados a servir todos los que tienen una especial vocación por la liturgia.

La Sacrosanctum Concilium contiene una riqueza de expresión y de contenido sobre el significado de la liturgia en la vida de la Iglesia. Los miembros de nuestras comunidades aguardan aun hoy que este contenido impregne su vida cristiana. La pastoral litúrgica es el “puente”, el medio por el cual el gran cambio en materia de liturgia generada por la SC siga “acrecentando de día en día entre los fieles la vida cristiana” (cf. SC 1).

Ignacio Oniatibia en su articulo “Nuevas perspectivas de la Pastoral litúrgica”[2] nos dice que los dos ejes obligados de la pastoral litúrgica son la educación y la celebración.

La educación litúrgica es una tarea que debe encararse aun hoy, ya que muchas veces se han anunciado las novedades de turno y se han puesto en practica (los “cómo” de la liturgia), pero no se ha realizado una verdadera instrucción en el campo litúrgico que acompañe y de sentido a lo que se esta realizando (el “qué” de la liturgia). Así muchas veces el Pueblo de Dios percibe una reforma litúrgica que le resulta hasta muy interesante, pero no sabe cual es el sentido por el cual se realizo.

Todo esto exige un proceso de lenta recepción, de paulatina asimilación de valores fundamentales, de un cambio de mentalidad. Es necesaria también una nueva visión teológica de la liturgia, que lleve principalmente a una educación en el misterio, a una verdadera mistagogía.

La SC contempla a la liturgia en el corazón de la historia de la salvación, formando parte de ella, como presencia sacramental del misterio de salvación y mas concretamente como actualización del misterio pascual de Cristo. Desde aquí vemos que la educación litúrgica es un camino a recorrer por mucho tiempo en la Iglesia.

El otro eje de la pastoral litúrgica es la celebración. Esto significa que no basta solamente con educar en el significado del misterio, sino que también hay que enseñar a celebrarlo y a vivirlo. Aquí, la tarea primordial es celebrar sabiendo servirse del lenguaje propio de la liturgia que es el simbólico - sacramental.

En la celebración litúrgica la comunicación del misterio y la comunión con el misterio se hace por medio del lenguaje simbólico. De aquí se desprende toda la tarea a desarrollar en sus diversos niveles para aportar al campo celebrativo, ya que ninguna pedagogía es mas eficaz que la experiencia sacramental del misterio, experiencia que se da en la misma celebración.

2. Pastoral litúrgica y participación
La pastoral litúrgica tiene como campo principal, específico e inmediato de su acción todo lo que se refiere a la Celebración del Misterio Pascual de Cristo en la vida de la Iglesia. Así encarada esta acción pastoral se distingue y complementa con los otros dos momentos de la vida eclesial – el anuncio de la Palabra y el servicio a los pobres – que también son el fundamento de respectivas pastorales.

Mediante la celebración, la pastoral litúrgica procura poner en comunicación la vida de los fieles con el misterio de Cristo, comunicación que tiene como clave la participación (cf. SC 14)

Así lo resumen las siguientes definiciones de la pastoral litúrgica:

"Siendo la pastoral el arte de gobernar, instruir y santificar al pueblo fiel, la pastoral litúrgica es el aspecto de este arte que consiste en hacer participar a aquel pueblo activa y conscientemente en la celebración del culto, de modo que alcance en su fuente el verdadero espíritu cristiano". La pastoral litúrgica "designa el conjunto de los procesos que permitirán la participación activa y consciente del pueblo cristiano en la celebración de la liturgia" (A.M. Roguet).

"Se puede comprender la pastoral litúrgica como la acción pastoral eclesial que tiene como objeto inmediato la participación activa, consciente y fructuosa de los fieles en la celebración, y como finalidad la edificación del cuerpo de Cristo mediante la santificación de los hombres y el culto a Dios" (López Martín).

3. Características de la pastoral litúrgica
Estas características se deben tener en cuenta para el desarrollo de una pastoral litúrgica:Dedicarse a la formación para el arte de celebrar. Es necesario contar con ministros cualificados que presidan la oración, proclamen la Palabra, animen, ayuden en el altar y sirvan mediante el canto, la música.

4. El ámbito de la Pastoral litúrgica y sus diversas dimensiones
Se enumeran, a continuación, sin pretensión de agotar el tema, diversos campos que pueden integrar, de acuerdo con las posibilidades de cada lugar, una pastoral litúrgica:
5. Los agentes y la organización de la pastoral litúrgica
La Iglesia reunida en asamblea es el sujeto de la celebración (SC 26). Si la meta a alcanzar por la pastoral litúrgica es favorecer la participación activa, entonces, en un primer nivel, cada uno de los miembros de la asamblea litúrgica es agente. De manera particular, todos los que en ella ejercen un ministerio al servicio de la comunión y de participación en la acción litúrgica, son los agentes indispensables de la pastoral litúrgica, cuyas actitudes permitirán revelar la "presencia escondida". Por eso, el Misal pide que, en la preparación de la Eucaristía, todos sean involucrados y escuchados:

"La selección de las diversas partes (de la misa) debe hacerse de común acuerdo con los ministros y todos los que ejercen alguna función especial, incluso los fieles en aquellos que los concierne de manera más directa" (IGMR 313).

En un segundo nivel, en cuanto a una pastoral organizada, la pastoral litúrgica, como las demás pastorales, necesita de agentes específicos que asuman el servicio de fomentar la liturgia de la Iglesia a nivel nacional, regional, diocesano y parroquial bajo la orientación de los Pastores.

5.1. Las Comisiones de Liturgia Nacionales
Las Conferencias Episcopales de todos los países cuentan con esta comisión. En general son comisiones episcopales, es decir formadas por obispos. Es muy conveniente que tengan bajo su dependencia un equipo integrado por sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos expertos en liturgia, música y arte sagrado. Este equipo puede ser el organismo ejecutivo autónomo de la comisión Episcopal, al modo de un Secretariado Nacional de Liturgia.

La instrucción “Inter Oecumenici”[3] especifica las tareas de la Comisión litúrgica nacional (cf. IO 45):

a) Promover estudios y experiencias a tenor del artículo 40, 1) y 2) de la SC (Se trata de las adaptaciones que se puedan hacer de acuerdo con las tradiciones de cada pueblo para incorporarlas al culto divino)

b) Estimular iniciativas prácticas para todo el territorio, destinadas a fomentar la vida litúrgica y la aplicación de la constitución sobre la sagrada liturgia.

c) Preparar los estudios y el material que exigirá la aplicación de los decretos de la Asamblea plenaria de los Obispos

d) Dirigir la acción litúrgica - pastoral en todo el territorio, vigilar la aplicación de los decretos de la misma conferencia plenaria, y dar cuenta de ello a la misma.

e) Colaborar frecuentemente y promover iniciativas comunes con las organizaciones que en la misma región trabajan en el campo de la Biblia, catequesis, pastoral, música y arte sacro, y con las asociaciones religiosas de laicos de todo genero.

Allí donde exista o se pueda crear, el Secretariado Nacional de Liturgia, como organismo dependiente de la Comisión Episcopal de Liturgia, es el promotor a nivel nacional de la pastoral litúrgica. Conviene que el secretario ejecutivo de la Comisión Episcopal sea a la vez el director de este Secretariado, a fin de mantener una estrecha colaboración. Este Secretariado puede mantener un contacto permanente con los delegados diocesanos de liturgia de las distintas diócesis mediante reuniones periódicas con el fin de revisar y seguir el camino de la pastoral litúrgica a nivel nacional.

5.2. Las Comisiones de Liturgia diocesanas
La Comisión litúrgica diocesana es un organismo al servicio del ministerio del obispo. Es bueno que se articule en tres secciones o subcomisiones: una para la pastoral litúrgica, otra para la música sagrada y otra para el arte sacro. Estas secciones trabajaran según un plan pastoral a fin de lograr una unidad en la orientación de sus tareas.

También en este punto la instrucción Inter Oecumenici especifica las tareas de la Comisión litúrgica diocesana (cf. IO 47):

a) Conocer el estado de la acción pastoral litúrgica en la diócesis

b) Llevar diligentemente a la práctica lo que en materia litúrgica haya establecido la autoridad competente, y tener en cuenta los estudios e iniciativas de otras partes en este terreno

c) Sugerir y promover - sobre todo en prestar ayuda a los sacerdotes que ya trabajan en la viña del Señor- iniciativas prácticas de toda clase que puedan contribuir a dar impulso a la causa litúrgica.

d) Sugerir en casos particulares, e incluso para toda la diócesis un orden oportuno y progresivo de acción pastoral litúrgica. Señalar y aun llamar, cuando fuera preciso a personas idóneas, que en el momento oportuno puedan ayudar a los sacerdotes en esta labor y proponer medios y material adecuado.

e) Procurar que las iniciativas que surjan en la diócesis para promover el apostolado litúrgico vayan adelante.

La Comisión diocesana de liturgia tiene que desarrollar su tarea en estrecha colaboración con el Consejo Diocesano de Pastoral para poder plasmar en la vida litúrgica de la diócesis las orientaciones pastorales del obispo que responden a la realidad de cada diócesis.

De este modo será tarea primordial de esta comisión que la celebración del Misterio Pascual (Liturgia) impregne toda la vida pastoral de la diócesis.

La subcomisión de pastoral litúrgica tiene en el campo de la formación litúrgica el ámbito donde puede prestar una ayuda muy valiosa y necesaria para toda la diócesis. A 40 años de la SC una porción muy grande de nuestro pueblo no conoce la mentalidad litúrgica que propone el concilio. Cuando participa de cursos, jornadas y encuentros de formación litúrgica se les abre un panorama muy rico, que fomenta una vivencia espiritual de la fe y una celebración distinta a la que habitualmente esta acostumbrada a recorrer. En general se nota que la gente ha recibido una catequesis de iniciación rica en contenidos doctrinales, pero con deficiencias serias en la iniciación litúrgica. No se les enseña a celebrar la fe. Por aquí pasa la tarea de realizar un camino pastoral donde no solo se comunique los contenidos de una reforma, sino principalmente los contenidos de una renovación litúrgica conciliar.

A la subcomisión dedicada a la Música y al canto le toca la tarea de animar en la diócesis este aspecto central de toda celebración: el canto. Un aporte es la selección de cantos apropiados para cada tiempo y la difusión de los mismos por medio de cursos en los que participen los grupos de canto de las parroquias y capillas. Cuando estos cursos se dan con frecuencia, especialmente al comienzo de cada tiempo litúrgico, se brindan los elementos necesarios para poder crecer en la animación de los cantos.

La subcomisión de arte sacro deberá tener a su cargo todo lo que se refiera a la construcción de templos y a la reforma de los mismos. Debe estar integrada por peritos en el tema, especialmente quienes se dediquen a la arquitectura. Entre las tareas que desarrollen esta la de asesorar a los arquitectos que construyen nuevos templos o reforman actuales, para que apliquen todo lo que el Concilio y la diversa documentación posterior ha señalado en este campo.

5.3. Los Equipos de Liturgia parroquiales
La Instrucción General Misal Romano[4] nos proporciona el fundamento de la existencia de los Equipos de Liturgia Parroquiales (ELP):

“La preparación efectiva de cada celebración litúrgica se ha de hacer con animo diligente y de acuerdo con el misal y los demás libros litúrgicos, entre todos los que participan, ya se trate del rito, ya de la pastoral y la Música, bajo la dirección del rector de la iglesia, y oído también el parecer de los fieles en lo que a ellos atañe directamente. Pero el sacerdote que preside la celebración conserva siempre el derecho de disponer lo que a el le compete” (IGMR 111).

“La eficacia pastoral de la celebración ciertamente aumentara si el texto de las lecturas, oraciones y cantos responden, dentro de lo posible, a las necesidades, a la preparación espiritual y a la índole de los participantes. Esto se obtendrá convenientemente usando de la amplia facultad de elección que se describe mas abajo. Por eso el sacerdote, al preparar la misa, tendrá en cuenta, mas que sus propias preferencias, el bien común espiritual del pueblo de Dios. Recuerde además que esta elección de las partes debe hacerse de común acuerdo con los que de algún modo participaren la celebración, sin excluir a los fieles en lo que a ellos se refiere más directamente. Puesto que se ofrece una múltiple facultad de elegir las diversas partes de la misa, es necesario que antes de la celebración el diácono, los lectores, el salmista, el cantor , el guía, los cantores, sepan con seguridad que textos les corresponde a cada uno por su parte, y nada se deje a la improvisación. En efecto la armoniosa sucesión y ejecución de los ritos contribuye mucho a preparar el espíritu de los fieles que participan de la eucaristía” (IGMR 352).

Ambos números nos plantean la necesidad de un ELP para poder llevar adelante una tarea que no debe ser exclusiva del sacerdote a cargo de una comunidad, sino compartida con varios miembros de la misma.

La experiencia muestra que en cuanto a la gestación o creación de un ELP no siempre resulta fácil realizarlo. Es muy común que en otras actividades de la comunidad, por ejemplo las que se desarrollan en el ámbito de la catequesis o de la caridad, sea mas fácil nuclear un grupo de gente interesada en el tema. En el campo de la liturgia, suele suceder que este camino hay que recorrerlo con más tiempo. Por eso no hay que desanimarse. Si el tema no se ve con claridad al principio, hay que ingresar en el por medio de las necesidades que van apareciendo.

Para convocar miembros que integren un ELP se puede partir de:A partir de alguna de estas necesidades se puede comenzar a convocar a miembros de la comunidad interesados en integrar un equipo de trabajo y prestar un servicio a la comunidad. Conviene comenzar la tarea de este equipo aplicando los dos ejes de la pastoral litúrgica vistos en el primer punto de este articulo, es decir educar en el sentido del misterio y ayudar a celebrar plena y conscientemente el misterio de la fe. Por que es importante en esta primera etapa hacer gustar a los miembros del ELP el sentido de la liturgia. Cuando este sentido se descubre, es más fácil avanzar en las tareas que se necesitan realizar

Una mínima estructura interna del ELP debería contar entre sus miembros a los responsables de organizar las diversas misas de la comunidad, al encargado del grupo de cantos, a quienes confeccionan los guiones de las misas, a los responsables de otras celebraciones, como bautismos o matrimonios.

Estos pueden ser los objetivos de un ELP:Estas son las tareas que realiza un ELP:Un ELP necesita tener claro estas leyes de la celebración:La liturgia entendida como actualización del Misterio Pascual, propone al ELP que este Misterio no sea ajeno a ninguna realidad. Por eso la tarea no solo consiste en lograr celebraciones correctas en su modo de ejecución, sino celebraciones en las cuales las necesidades, los anhelos las situaciones que vive el Pueblo de Dios sean alcanzadas y transformadas por el mismo Misterio de transformación de muerte en vida que se celebra. Para lograr esto es muy valiosa la presencia del presbítero que esta a cargo de la comunidad. Es el que acercara de un modo especial lo que vive la comunidad para preparar la celebración. Es el que toma conocimiento de como se desarrolla la celebración para poder presidirla.

Conclusión
La pastoral litúrgica es una "liturgia", un servicio que la Iglesia ofrece para introducir a las personas en el Misterio para la celebración. Es un trabajo lento, silencioso y abnegado. Es un proceso educativo, en sintonía con las demás pastorales, a la luz de la teología litúrgica, realizado en equipo y en comunión con el obispo y el párroco, teniendo como referencia la situación de los celebrantes, y como finalidad la formación litúrgica del pueblo de Dios y su participación activa en la celebración de los misterios. Una pastoral litúrgica eficiente y seria necesita planificación y evaluación. Es indispensable para la conducción y dinamización de la pastoral litúrgica en la diócesis y en las parroquias. La comunidad es en verdad el sujeto insustituible de esta pastoral.

El equipo de liturgia vive la "liturgia" de Dios mediante el servicio de preparar las celebraciones y todo lo que las rodea. Lo hace con cariño y dedicación para que todos participen activamente, alaben de corazón al Dios de la vida y se sientan partícipes en su "liturgia". El equipo de liturgia es un ministerio litúrgico que actúa en conjunto y en comunión con el presidente y la asamblea celebrante. El equipo de liturgia, para vivir bien la "liturgia de Dios" continuamente estará actualizándose y capacitándose a través de retiros, cursos de formación, encuentros de estudio, días de oración y convivencia fraterna y gratuita con los miembros del grupo. Su alegría es servir a la comunidad. Su vocación es preparar bien las celebraciones. Su espiritualidad se inspira en la mística de Juan Bautista: "Es necesario que El crezca y que yo disminuya" (Jn 3,30).

Trabajo en grupos:
La propuesta es compartir el tema de la Pastoral Litúrgica a partir de estas preguntas
[1] JUAN PABLO II, Carta apostólica Vicesimus quintus annus, en el XXV aniversario de la Constitución conciliar Sacrosanctum Concilium, Not 25 (1989), 389-304.

[2] I. ONIATIBIA, Nuevas perspectivas de la pastoral litúrgica, Phase 179, 1990, 375-395.

[3] SAGRADA CONGREGACION DE RITOS y el CONSILIUM, Instrucción Inter Oecumenici, primera instrucción general para aplicar debidamente la Constitución Sacrosanctum Concilium, AAA 56 (1964), 1435-1444.

[4] CONGREGACION PARA EL CULTO DIVINO Y LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS, Instrucción General Misal Romano, publicada el 20 de abril de 2000.


Por lourdes