Aunque la muerte súbita es un acontecimiento poco frecuente, cada vez se escuchan más casos de deportistas a los que el corazón les falla inesperadamente. Un estudio realizado por la National Collegiate Athletic Association de EEUU reveló que la muerte súbita es casi tres veces más común en africanos y americanos que en deportistas caucásicos. Ahora, un nuevo trabajo publicado en la revista American Journal of Cardiology revela que los individuos afectados de anemia falciforme, una enfermedad hereditaria muy común entre población de origen africano, tienen más riesgo de fallecer bruscamente durante la práctica intensa de algún deporte.

Los investigadores, del Instituto del Corazón de Minneapolis, analizaron los datos de los más de 2.000 deportistas estadounidenses fallecidos por muerte súbita en plena competición, revelando que 23 de ellos padecían anemia falciforme. Además, estos 23 deportistas eran todos afroamericanos. Los autores destacan la importancia de identificar y diagnosticar esta enfermedad para poder tomar las precauciones adecuadas, ya que estos profesionales tienen más riesgo de padecer fallos cardiacos inesperados mientras practican un esfuerzo físico intenso. Se estima que el 8 por ciento de los afroamericanos residentes en Estados Unidos están afectados de anemia falciforme.

Se trata de una enfermedad hereditaria que consiste en la deformación de los glóbulos rojos. Estas células generalmente tienen forma de disco y transportan el oxígeno en la sangre. Sin embargo, los glóbulos rojos de quienes padecen este tipo de anemia son alargados, mueren antes que las células sanguíneas normales y no se mueven bien a través de los conductos pequeños, por lo que pueden llegar a taponarlos. Por eso, al practicar ejercicio físico intenso, durante el que se necesita más oxígeno en el cuerpo, los afectados de anemia falciforme tienen más probabilidad de sufrir un accidente cardiovascular.