Los hombres, ¿son histéricos? “Te presento a mi amigo”.
Por pau
  
Martes, 24/07/2012
Me escribe Julieta, de 32 años, y adjunta foto. Se la ve linda y simpática. Me cuenta que desde hace años está enamorada de Ricardo, compañero de trabajo y compinche de oficina. Hace unos meses, un sábado, ella casi muere al ver el nombre de su amor en el identificador de llamadas de su móvil. No era un día ni un horario “habitual” de interacción: Ricardo nunca había dado muestras de querer nada más allá de las fronteras de la oficina.

“Te llamo para invitarte a un asado en casa”, le dijo Ricardo ese día extraño. A Julieta se le paralizó el corazón. Pensó que por fin se había dado cuenta que ella era la mujer para él. Se hizo un silencio que Ricardo se encargó de llenar de inmediato. “Quiero presentarte a mi amigo Ariel”, remató, “vio una foto tuya en mi Facebook y se enamoró”. Julieta no supo si reír o llorar. Después de muchas emociones encontradas, decidió ir a la reunión y conoció a Ariel. Si bien no le voló la cabeza, le pareció divertido e interesante. La nota “de color” que la decidió a cortar mentalmente con su compañero de trabajo fue que Ricardo se pasó toda la noche a los besos con una chica de procedencia desconocida.

No se habló más de la “presentación”. Pese a no estar convencida, Julieta empezó a salir con Ariel y Ricardo empezó a mostrarse frío y distante en la oficina. Julieta no entendía el cambio de actitud de su compañero. Al fin de cuentas, al amigo se lo había querido presentar él. Hace unos días encaró a Ricardo y le propuso un café. Le pregunto qué le pasaba, si estaba molesto. El se puso nervioso y, mientras sacudía la cucharita contra el pocillo, le confesó que la quería. Que la “presentación” había sido un error que lo había alejado de ella y de su amigo.


Julieta no sabe qué hacer. Necesita un consejo. Le sugerí tomar distancia de los dos hombres hasta que se aclare el panorama.
¿Vos qué le dirías?


Por pau