Cinco personajes históricos envenenados con mercurio
Por muyinteresante
  
Viernes, 13/07/2012
El mercurio es un metal venenoso que pudo causar la locura y las continuas pérdidas de memoria que sufría el físico Isaac Newton. Como otros tantos científicos de su época, Newton soñaba con convertir el mercurio en oro y, mientras lo intentaba, se intoxicó. Sus síntomas eran inequívocos: insomnio, agresividad, pérdida de apetito, pérdida de memoria, sordera

Según revelan recientes análisis forenses de sus cabellos, en el momento de su muerte había acumulado en su cuerpo 73 ppm (partes por millón) de mercurio, frente a las 5 ppm que se considera “normal”. Por fortuna para él la cosa se quedó ahí, ya que con un poco más de metal en sangre, además de perder de golpe todos los dientes, habría sufrido daños en las conexiones entre sus neuronas y convulsiones. Y a continuación sus riñones se habrían paralizado por completo, acabando con su vida.

La misma suerte podría haber corrido el presidente norteamericano Abraham Lincoln (1809-1865). Según demostró hace una década el historiador médico Norbert Hirschhorn, a Lincoln le recetaron una pastilla conocida como “píldora azul” que se usaba para combatir la depresión. Pero lo cierto es que antes de Lincoln los médicos ya usaban mercurio a diestro y siniestro para aliviar los males de sus pacientes. Iván el Terrible de Rusia (1530-1584), por ejemplo, tomaba este elemento químico para tratar su sífilis, ya que destruye al parásito Treponema pallidum. Al astrónomo danés Tycho Brahe (1546-1601) lo mató el mercurio de los medicamentos que tomaba para combatir sus problemas de próstata. Y a Napoleón Bonaparte le recetaron calomel (cloruro de mercurio) a su llegada a Santa Helena, donde estuvo exiliado.


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