Un hombre construye una réplica de 50 metros del Golden Gate para atravesar su arroyo
Por tamara
  
Martes, 12/06/2012
Larry Richardson, de Mulvane, Kansas, es un hombre que se pasó 11 años de su vida construyendo una réplica 50 metros de largo del puente Golden Gate de San Francisco, para la que ha usado 90 toneladas de hormigón y un montón de materiales recuperados.

Y lo ha hecho todo con sus propias manos, para darse el gustazo de atravesar un pequeño arroyo que separa la mayor parte del terreno de su granja, a partir de un pequeño pedazo de tierra cubierto de hiedra venenosa y llena de mosquitos.

Este veterano de la Guerra del Vietnam ha tenido sólo dos grandes amores en su vida: su esposa Barbara y el puente Golden Gate, que ha soñado con visitar desde que era estudiante en 1968, cuando fue enviado a la guerra y lo último que vio al partir en el barco fue la silueta del coloso entre la bruma.

Nunca olvidó esa vista que se quedó grabada en su mente, al creer que sería lo último que vería de su patria antes de morir. Así que cuando logró volver sano y salvo del conflicto, decidió construir el puente en casa, a partir de una tarjeta postal, pues Larry nunca ha puesto las manos sobre una computadora o unos planos.

¿Cuál iba a ser la escala? Simplemente, la suficiente para llegar al otro lado del riachuelo. Para ello utilizó parte de un viejo puente de madera para las torres, mientras que los cables los sacó de una torre de perforación vieja; y los tirantes fueron rescatados de un antiguo avión Boeing. Todo se hizo a mano e incluso tuvo que construir una grúa para levantar y soportar las torres.

Y en vez de pintarlo de rojo, decidió que si se llamaba “Golden Gate” sería más bonito pintarlo de oro, con una brocha de sólo 1 pulgada de ancho (“la pintura de color oro venía en botes muy pequeños y era el único pincel que cabía. Acabamos con todas las existencias de la zona”, asegura).

Empezó el puente en 1994 y lo completó en 2002. Por lo tanto, como el otro puente Golden Gate que está celebrando su cumpleaños número 75, el de Richardson será el décimo aniversario. Y calcula que sólo gastó alrededor de 5.000 dólares en la construcción de su réplica casera, mientras que la construcción original del Golden Gate se fue hasta los 35 millones de dólares cuando fue terminado en 1937.


Ahora este pequeño puente se ha convertido en una de las atracciones más populares de las carreteras de Kansas; y Larry y Barbara se sienten muy felices cada vez que reciben a los visitantes que paran a verlo. “Una pareja incluso utilizó el pequeño puente como la ubicación de una propuesta de matrimonio y Larry, que es un romántico empedernido, instaló luces tintineantes para hacerlo todo más bonito”, cuenta su esposa al San Francisco Chronicle.

Precisamente fue hace dos semanas cuando el columnista del San Francisco Chronicle contó la historia de Larry Richardson y su fascinación por el puente Golden Gate. La reacción ante el artículo (y ante un hombre capaz de pintar un puente de 50 metros con una brocha tan fina) fue abrumadora, con muchos lectores exigiendo que el veterano de Vietnam fuera invitado a ver el puente original por primera vez.

Algunos incluso hicieron donaciones; y por lo tanto, el lunes pasado, Larry y Barbara llegaron a la zona de San Francisco. El martes se dieron un paseo en barco por la Bahía y se dirigieron hacia el famoso puente. Cuando las torres quedaron imponentes encima de ellos, Larry se inclinó, miró a los ojos de Bárbara y dijo: “Te prometí que te daría un beso en el Golden Gate”. Y lo hizo…

QUE TIERNO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

¿Nadie quiere hacerme un Golden Gate en mi pileta y darme un beso?


Por tamara