¿Cómo mejorar la postura y prevenir este malestar? En esta nota, el kinesiólogo Cristian Giovanetti ofrece algunas soluciones.

El concepto cervicalgia se puede definir como “dolor que asienta a nivel cervical o lo que es lo mismo dolor de cuello”.

No se debe considerar a la cervicalgia como un diagnóstico solo hace referencia al síntoma de dolor sin tener en cuenta el origen del mismo que puede ser muy variado.

La columna cervical esta formada por una serie de huesos superpuestos llamados vértebras, cada una está unida entre si por los llamados discos vertebrales que actúan a modo de amortiguadores y elementos de unión entre dos vértebras. Los ligamentos, por su lado, son como sogas que, junto a los discos vertebrales refuerzan la unión vertebral que junto al complemento de una potente musculatura es fundamental para mantener la columna en posición. De la unión que se produce entre dos vértebras, salen las raíces nerviosas responsables de distribuir la sensibilidad y dar movilidad a los miembros superiores.

La columna cervical es sin duda el sistema articular más complejo del cuerpo humano. Posee treinta y siete articulaciones distintas, cuya función es el sostén de la cabeza así como garantizar una gran cantidad de movimientos respecto al tronco, y controlar todos los órganos de los sentidos tales como visión, olfato, gusto tacto y hasta la propiocepción.

• Traumatismos o lesiones ( lo más común son los accidentes de tránsito, con el conocido síndrome del latigazo)
• Enfermedades degenerativas de la columna vertebral cervical (hernias, artrosis, espondilitis, etc.)
• Estrés y preocupaciones, aumento de las tensiones nerviosas.
• Malas posturas.
• Tiempos prolongados frente a la computadora.

Esta afección es habitual en personas de cualquier edad y sexo aunque suele ser mayor en quienes ejercen la docencia o pasan mucho tiempo sentados frente a la computadora. La razón es que, en este tipo de actividades, la “mala postura” se mantiene durante horas, esforzando los músculos del cuello más de lo conveniente. Los síntomas de la cervicalgia son contracturas, perdida de la movilidad, dolor de cabeza o de cuello en la base del cráneo, mareos, vértigos, dolor en los brazos, hormigueos en las manos, zumbido en los oídos y, en ocasiones, esta sintomatología puede estar acompañada por vómitos. Ante la presencia de algunos de estos síntomas lo importante es acudir a un profesional que indique los pasos adecuados a seguir.

El tratamiento kinesiológico consistirá en la aplicación de calor en sus diferentes formas para producir un aumento de la circulación y la relajación muscular; de ultrasonido para realizar un micro masaje en forma profunda liberando las contracturas; se puede aplicar TENS (trans electro neuro estimulación) con fines analgésicos, masajes en forma suave para evitar dolores posteriores, tracción cervical en caso de ser necesario, movilizaciones en forma lenta y, posteriormente, ejercicios de elongación.

Una rutina de ejercicios respiratorios y de tonificación muscular, podrán ser puestos en práctica a medida que el dolor vaya desapareciendo.

¿Cómo lograr una buena postura, sentados en el escritorio?

La buena postura en el trabajo es fundamental, ajustar la silla y la pantalla de la computadora de manera que no haya flexión ni extensión del cuello en la posición de sentado. El asiento debe tener un respaldar de modo que no se añada tensión a la espalda. Los pies deben estar bien apoyados y debe haber una buena distancia entre el cuerpo y el teclado.

El monitor no debe exigirnos girar la cabeza, porque se acumula tensión en el cuello, es importantisimo también la buena iluminación del escritorio para evitar el desgaste visual.

También debe evitarse sostener el teléfono entre el hombro y la cabeza por tiempos prolongados, además de manejar un nivel de estrés que no sea excesivo en el trabajo y en la vida diaria, esto se puede equilibrar realizando ejercicios físicos que no sean de alto impacto.

Por: Cristian F. Giovanetti. Kinesiología y fisioterapia de El Club del Parque