La lluvia de estrellas "Líridas" se podrán en todo su esplendor en la madrugada de este viernes y sábado, aunque ya se han asomado timidamente en el cielo.


Jesús Otero, miembro de la Sociedad Venezolana de Aficionados a la Astronomía, indica que este fenómeno astronómico ocurre debido a que la Tierra se cruza con la órbita del cometa Tatcher.


Se llaman Líridas porque estos meteoros provienen de la constelación de Lira que son unas estrellas muy brillantes que observan siempre hacia el noreste.

El miembro de la Sociedad Venezolana de Aficionados a la Astronomía explica que su período de actividad comienza todos los años para el 16 de abril siendo el 22 de este mes el día en el que presentan mayor actividad.

Señala que quienes deseen apreciar este espectáculo astronómico la hora de máximo esplendor es desde las 2:00 hasta las 5:00 de la madrugada y que se pueden visualizar de 16 a 90 meteoros por hora en sus días de mayor actividad aunque no descarta que puedan llegar a 100 meteoros.

Para poder observarlas no hay necesidad de utilizar equipos especiales como telescopios o binoculares y tanto los aficionados como los estudiosos del universo pueden disfrutar de este espectáculo.


Señala que este año las condiciones de la luna serán excepcionales por lo que se podrán observar con mejor nitidez desde el hemisferio norte y hasta un poco más abajo del Ecuador.

Asimismo para los amantes de los eventos astronómicos luego de las Líridas se espera la lluvia de las Eta-Púpidas que alcanza su máximo brillo el 28 de este mes, aunque el número de meteoros no será tan abundante como el de las Líridas, se pueden observar a simple vista sin necesidad de dispositivos especiales.

Este año la Estación Espacial Internacional realizará una vuelta por una zona desde donde se podrá observar la lluvia de meteoros en toda su magnitud. Los astrofísicos de las universidades estadounidenses aspiran con filmar la corriente de estrellas mediante las cámaras instaladas en globos meteorológicos.

Para aquellos, quienes no gozan de oportunidad de llevar las horas nocturnas en órbita ni tampoco lanzar un globo a la estratosfera, los científicos publican varios consejos. Ante todo sugieren colocarse sobre una tumbona y esperar cerca de 40 minutos para que los ojos se aclimaten a la oscuridad.

Aunque haya alguna actividad celeste en los primeros minutos después de la puesta del sol, la intensidad máxima de la precipitación meteórica se alcanzará a partir de las 3 de la madrugada GMT. Y no se recomienda buscar en el cielo la constelación de Lira, dicen los astrónomos, porque este será el centro de la corriente de los bólidos y en su alrededor solo aparecerán unas chispas pequeñas sin cola, mientras estas se podrá vislumbrar mejor en las partes periféricas del horizonte.

Las condiciones óptimas para observar el fenómeno este año ofrecen las latitudes septentrionales del Hemisferio Oriental.


Esta lluvia de meteoros, o de estrellas fugaces como también las llaman, se conocen desde la antigüedad y su primera mención se reseña en el año 687 a.c.

Aunque no se trata de una lluvia de estrellas muy intensa en los años 1803, 1922, 1945 y 1982 tuvieron una actividad mayor de lo habitual, cercana al nivel de tormenta.

Cerca de la constelación Lira, de donde provienen las Líridas se encuentra la constelación Vega, que con su luz brillante también se dejará apreciar mientras se produce la lluvia de meteoritos.