Cerca de 5.000 personas participaron en una peculiar carrera 'por la supervivencia' que se llevó a cabo en la localidad filipina Laguna, en la que los concursantes debían de escapar de los 'zombis' que 'acechaban por sus vidas'. Según los organizadores del torneo, llamado Outbreak Manila, la idea fundamental de la competencia era hacer que los competidores se entretuvieran más y perdieran el aburrimiento que les dan las habituales carreras de larga distancia.


Para esto, a lo largo de todo el recorrido, unos 200 actores, maquillados y disfrazados de zombis, intentaban 'apoderarse de las vidas' de los participantes, apareciendo repentinamente de los arbustos y lugares menos esperados. Cada corredor tenía colgadas tres cintas en la cintura, y la pérdida de una de ellas significaba un 'mordisco'. Si el participante perdía las tres se lo consideraba 'muerto' y no podía continuar la carrera. Además, estaba categóricamente prohibido atacar a los 'zombis'.