La Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA) anunció el hallazgo de "cantidades importantes" de agua en la Luna, lo que abre un nuevo capítulo en la exploración del satélite terrestre.
La agencia había hecho impactar un cohete y una sonda en un cráter de gran tamaño en el polo sur de la Luna esperando detectar hielo en su superficie.
Los científicos que han estado estudiando los datos ahora aseguran que los instrumentos diseñados para captar información durante el impacto encontraron importantes cantidades de vapor de agua en la nube de escombros.
Un investigador describió el hallazgo como el equivalente a "una docena de recipientes de dos galones" de agua.
La nube de 1,6 kilómetros de escombros fue capturada por el Satélite Sensible de Observación del Cráter Lunar (LCROSS por sus siglas en inglés) el mes pasado cuando lo hizo impactar en un cráter cerca del polo sur de la Luna
Los investigadores pudieron analizar el polvo, el vapor y las rocas que fueron levantadas por el choque, que se produjo en una zona que no recibe luz solar y tiene temperaturas promedio de -240 grados celsios.
Secretos lunares
La existencia de agua congelada en cráteres en los polos lunares ya había sido postulada por científicos pero no confirmada.
"Estamos revelando los misterios de nuestro vecino más cercano y, por extensión, del sistema solar", aseguró Michael Wargo, jefe de científicos lunares en la sede de la NASA en Washington.
"La Luna guarda muchos secretos y el LCROSS ha agregado un nuevo nivel a nuestros conocimientos".
La identificación de hielo en la nube de escombros es importante desde el punto de vista científico, pero además, como señaló el periodista de la BBC para asuntos científicos, Paul Rincon, porque una fuente de agua en la Luna podría ser vital para la exploración humana en el futuro.
La NASA planea volver a enviar astronautas al satélite lunar en 2020, y aspira a establecer una base habitada por humanos que sirva de puente para los viajes espaciales más ambiciosos.
La Luna tendria tanta agua como la tierra
Lo asegura un estudio dirigido por un argentino y realizado en EE.UU. Analizaron muestras traídas por astronautas en los 70 y descubrieron que el magma lunar tiene tanta agua como el manto superior de la Tierra.
La Luna podría tener agua. Mucha agua. Incluso, unas 100 veces más de lo que se imaginaba. Al menos eso es lo que sostiene un estudio dirigido por un argentino, realizado en Estados Unidos y que acaba de ser publicado.
Alberto Saal es doctor en Geología por la Universidad Nacional de Córdoba y vive en Estados Unidos hace 20 años. Fue el encargado de dirigir este trabajo realizado por tres centros de investigación de EE.UU.
Tras un primer estudio realizado en el 2008, en el que descubrieron la presencia de agua en cristales volcánicos traídos por misiones de la NASA, Saal y su equipo decidieron ir más allá y meterse en las entrañas lunares. Habló en exclusiva con Clarín.com.
"Tradicionalmente se consideraba que las rocas lunares no tenían ningún tipo de agua. En el estudio del 2008 vimos que tenían cierta cantidad de agua pero no mucha. Eran unos 40 microgramos de agua por gramo de lava o roca lunar", explicó Saal que trabajó codo a codo con científicos de la Case Western Reserve University, del Carnegie Institution for Science y de la Brown University, en la que trabaja como profesor asociado.
El problema con aquellas muestras era que el agua original que contenían se había evaporado en gran parte. Entonces, los científicos se pusieron como meta calcular cuánta agua tenía aquel magma o lava lunar en su origen.
Y concluyeron que debían ser unos "700 a mil microgramos (de agua) por gramo de lava, que es el equivalente a lo que tienen las lavas que forman el fondo oceánico de la Tierra", explicó Saal.
Un año más tarde, un estudiante de la licenciatura en Geología, Thomas Weinreich, halló unas muestras particulares: minerales que atraparon el magma lunar y lo mantuvieron protegido y sin que se evaporara el agua. Los había traído el astronauta Harrison Schmitt de la misión Apolo 17 y estaban en manos de la NASA. Tras presentar un proyecto para analizarlas, Saal y su equipo las recibieron. Luego pasaron doce meses más buscando los mejores fragmentos para estudiar.
Con un instrumento de precisión, llamado NanoSIMS 50L microanalizador de iones, analizaron los pequeñísimos trozos de roca derretida.
"Y hallamos que (en estado puro) las lavas tenían unos 1200 microgramos (de agua) por gramo", se entusiasma Saal. "Lo que este resultado nos dice es que tienen un contenido de agua muy similar a las lavas que provienen de la parte superior del interior de la Tierra", agregó.
El hallazgo, publicado por Science Express, siembra nuevas dudas sobre las teorías que hace décadas aseguran que la Luna se formó luego de que la Tierra chocara con un meteorito hace unos 4.500 millones de años. Durante mucho tiempo se creyó que la Luna era un lugar seco y polvoriento hasta se encontró agua por primera vez. Pero siempre se pensó que provenía del exterior y no de sus entrañas.
"Si nosotros comprobamos que hay suficiente cantidad de agua, es un problema", se sincera Saal y explica:
"Porque el hidrógeno es el elemento más volátil que tenemos y durante un evento tan caliente y energético (como el impacto que se supone originó la Luna) el hidrogeno tendría que haberse perdido en el espacio. El hecho de que encontremos gran cantidad de hidrogeno sugiere que de alguna forma sobrevivió a ese impacto o que la teoría que estamos considerando sobre la formación de la Luna no es como la estamos pensando".
"Lo esencial es que en 2008 dijimos que el contenido primitivo de agua en el magma lunar debería ser similar al agua contenida en la lava proveniente del manto superior de la Tierra", explicó Saal. "Ahora, hemos probado que ese es el caso", agregó.
"Estas muestras proporcionan la mejor ventana que tenemos para calcular la cantidad de agua en el interior de la Luna", agregó James Van Orman, co-autor del estudio y profesor de Ciencias geológicas en Case Western Reserve. "El interior (lunar) parece ser bastante similar al interior de la Tierra, por lo que sabemos sobre la abundancia de agua", agregó.
El descubrimiento, además de poner en duda algunos aspectos sobre el impacto gigante que dio origen a la Luna, también cuestiona las teorías que afirman que el hielo hallado en los polos lunares puede ser resultado de impactos de cometas cargados de agua.
Según Saal, el trabajo implica que existe otra posibilidad.
"La nube de gas que se formó durante la erupción hace 4.500 millones de años se condensó en los polos y eso es el tipo de hielo que vemos. No viene de afuera de la Luna, si no de adentro. Aunque aún no lo podemos probar", advierte.
Es que todavía necesitan hacer más estudios con más muestras de otras partes de la Luna para asegurarlo. Hasta ese entonces, el argentino y su equipo habrán sembrado una serie de interrogantes en la comunidad científica.