Se acercan las vacaciones y una de las opciones preferidas por todo el mundo para desconectar es viajar a otros lugares. Uno de los medios más utilizados, sobre todo cuando nos desplazamos a un país extranjero, es el avión. A pesar de ser el medio de transporte más seguro, hay personas que afrontan el viaje en avión con miedo, llegándose a convertir en todo un desafío e incluso pesadilla en el peor de los casos.

Este miedo a volar o aerofobia es una de las fobias más habituales y que puede a llegar a limitar bastante la vida de quien la sufre, ya que el avión es uno de los medios más utilizados en la actualidad tanto para viajes de placer como por motivos de trabajo. Este problema impide que estas personas visiten a familiares lejanos, rechacen ofertas de trabajo o disfruten de sus vacaciones.

Lo primero que debe saber la persona que padece esta fobia es que en la mayoría de los casos se puede solucionar completamente. Este miedo a volar pues ser originado por la suma de uno o más factores como son la claustrofobia o el miedo a las alturas, que provoca ansiedad, angustia y pánico en la persona que la sufre, en algunos casos incluso antes de coger el avión.

Las razones que explican esta preocupación desmedida a volar vienen dadas por el recuerdo de accidentes mortales de aviones vistos en los medios de comunicación, el no contar con el control sobre el aparato, la sensación de sentirse vulnerable a tanta altura entre las nubes o no entender el funcionamiento y la tecnología del avión. Por ese motivo, ante cualquier turbulencia, alteración del ruido o en las maniobras de despegue y aterrizaje surge un miedo creciente de que se va a sufrir un accidente.

Si se sufre de miedo a viajar, hay que acudir al médico o especialista, que es la persona indicada para evaluar las causas o el origen de nuestra fobia, así como darnos ayuda psicológica para vencer a a fobia.


- Debemos tener claro que el avión es el medio de transporte más seguro que existe con bastante diferencia respecto al resto. El porcentaje de accidentes es ínfimo. Además, todos los aparatos pasan de forma regular por estrictos controles de seguridad y mantenimiento, así como revisiones periódicas. Asimismo, los pilotos y todo el persona aéreo son profesionales altamente cualificados que se someten de forma continua a controles para evaluar que se encuentran en perfectas condiciones.

- Reserve los billetes con antelación. De este modo, podrás elegir asientos de pasillo y así evitar el mirar por las ventanillas. Si es posible, es recomendable también elegir un asiento de la zona delantera del avión, ya que sufren de menos ruido y movimientos.

- Practicar ejercicios de relajación y respiración resultan de gran ayuda. En especial, la respiración abdominal es muy efectiva.

- Si tiene cualquier duda o preocupación, no dude en preguntar al personal del avión que estará encantado de ayudarle y tranquilizarle.

- Viaje siempre que pueda con una persona conocida o familiar. Al entablar conversación, lograremos despistarnos y no estar pendientes del vuelo.

- Coma un poco antes de coger el avión, ya que esto hará que le entré sueño durante el trayecto. Por el contrario, evite estimulantes como el café o las bebidas de cola. Si tiene sed, beba agua.

- Lea y escuche música, que ayudan también a desconectar y relajarse.

- Intente llevar ropas cómodas que le permitan estar a gusto en su sitio.

- Realice estiramientos de extremidades y músculos.

- Vaya al baño antes de subir al avión. De esta manera, evitará tener que ir nada más despegar.

- Hay que dormir y descansar muy bien antes de un viaje, ya que el cansancio origina que estemos más tensos y nerviosos en un viaje.

- Evite pensamientos negativos. Hay que intentar tener una actitud positiva y alegre frente al viaje. Piense en lo bien que lo va a pasar en su lugar de destino o en los familiares o amigos que va a ver.