Un investigador japonés consiguió hacer cuerdas de violín a partir de miles de hilos de seda de araña. Y dicen, quienes saben, que su timbre es "suave y profundo".
El secreto de ese buen sonido podría estar vinculado a la forma en la que están enrollados los hilos, en una "estructura compacta" que prácticamente no deja aire entre los hilos.
Las cuerdas serán descritas en la próxima edición de la revista especializada Physical Review Letters.
El responsable de las cuerdas de araña, Shigeyoshi Osaki, de la Universidad Médica de Nara de Japón, lleva años interesado en las propiedades mecánicas del hilo que producen las arañas.
Ya en 2007 publicó un estudio la tela que las arañas y cuantificó su capacidad de carga.
Osaki perfeccionó los métodos para obtener grandes cantidades de tela de arañas criadas en cautividad.
Ahora centra más su atención en los aplicativos de este material.
Arañas de seda de oro
"Instrumentos de cuerda, como el violín, han sido objeto de numerosos estudios científicos", escribió Osaki.
"Sin embargo, no todos los detalles están completamente claros porque la mayoría de los violinistas han estado más preocupados del cuerpo del instrumento que en las de las cuerdas".
Osaki usó 300 hembras de Nephila maculata, una de las llamadas "arañas de seda de oro", conocida por la complejidad de sus redes.
Para cada cuerda de violín, Osaki usó hasta 5.000 hilos de seda de araña.
Para cada cuerda de violín, empleó entre 3.000 y 5.000 hilos de seda retorcidos.
Después, midió su resistencia a la tracción, factor crítico para violinistas que desean evitar a toda costa el disgusto de ver cómo se rompe una cuerda en plena actuación.
La cuerda de seda de la araña resistía menos tensión antes de romperse que una tradicional hecha de tripa. Pero tenía más aguante que una de aluminio o de nailon.
Un estudio más detallado, con un microscopio electrónico, mostró que, mientras las cuerdas eran perfectamente redondas, los hilos se habían comprimido hasta el punto de que todos encajaban perfectamente sin dejar espacio entre ellos.
Osaki cree que esa característica es la que propicia su alta resistencia y, más importante, su tono único.
"Muchos violinistas profesionales comentaron que las cuerdas de tela de araña generaron un timbre mejor y las consideran capaces de crear una nueva musicalidad", escribió.
"Las cuerdas de violín son una aplicación novedosa para el hilo de la araña como producto de alto valor añadido, y ofrece un tipo distinto de timbre tanto para el violinista como para los amantes de la música de todo el mundo".
Fuente: BBC Mundo