Hallan en Plutón rastros de la 'piedra basal' de la vida.
Científicos estadounidenses hallaron la piedra basal de la vida en Plutón. El telescopio Hubble, de la NASA, reveló la existencia de indicios de las moléculas del origen orgánico en la superficie del planeta enano.
Los investigadores descubrieron las zonas que se destacan por el alto nivel de absorción de la radiación ultravioleta del Sol.
Esta peculiaridad confirma la existencia de substancias orgánicas. Se supone que se trata de moléculas con una estructura compleja, que incluye hidrocarburos o nitrógeno.
"Es un descubrimiento asombroso, porque exactamente las moléculas de hidrocarburos o de otras substancias -que, supuestamente, son responsables de algunos rasgos del espectro ultravioleta- pueden dar a Plutón su color especial de rojo y marrón", comenta Alan Stern, director de la investigación.
Los científicos estadounidenses esperan recibir más información sobre la superficie de Plutón en julio de 2015, cuando la sonda New Horizon de la NASA sobrevuele Plutón y sus lunas.
Plutón, otras posibilidades de albergar a seres vivos
Los estudios, realizados anteriormente por un grupo internacional de investigadores, integrado por especialistas de la NASA, mostraron que la superficie de Plutón, el objeto astronómico probablemente más grande del cinturón de Kuiper (anteriormente considerado un planeta del Sistema Solar), está formado por una fina capa de hielo y nitrógeno, bajo la cual se encuentra una capa de hielo hídrico.
Los científicos sospechan que bajo esta corteza podría encontrarse un océano hídrico (el agua líquida es una de las principales condiciones de habitabilidad a la que apunta el rastreo del espacio exterior) y que el calor para derretir el hielo podría llegar desde dentro y proceder de la desintegración radiactiva de los isótopos de potasio que se encuentran en el núcleo del cuerpo celeste.
Esta suposición requiere futuras investigaciones. Pero si la hipótesis se demuestra y se puede hablar de la existencia de un océano en Plutón, esto significaría que incluso los objetos astronómicos del cinturón de Kuiper (ubicados a una distancia unas 20 veces mayor que la distancia entre la Tierra y el Sol), son más aptos para la vida que lo que se creía anteriormente.