A menudo la realidad supera a la ciencia ficción. Un buen ejemplo de ello es la mítica saga La Guerra de las Galaxias, dirigida por el genial cineasta George Lucas, que no iba mal encaminado cuando imaginó un planeta con dos soles. Un fenómeno que científicos norteamericanos han confirmado que se da en muchos cuerpos espaciales de nuestro propio Sistema Solar.
Este es el caso del planeta Kepler-16b, con unas características muy similares a las del legendario planeta Tatooine de Luke Skywalker. Hasta hace unos meses la existencia de este cuerpo espacial era sólo una teoría, pero ha podido ser confirmada por un grupo de astrónomos de la Universidad de Florida, y cuya investigación aparece publicada en la revista especializada Nature.
Aunque los descubrimientos van más lejos todavía. El telescopio de la agencia espacial norteamericana, NASA, ha demostrado que en nuestra galaxia, La Vía Láctea, existen muchos más planetas con dos soles de lo que los científicos pensaban hasta el momento. Unos planetas donde la vida es imposible, debido a la alta cantidad de hidrógeno y a su elevada temperatura.
La vida sería imposible
Estos cuerpos espaciales con dos soles, son planetas gigantes y gaseosos, con unos climas muy complejos provocados por la presencia de sus dos estrellas. Desde un punto de vista práctico, los niveles de radiación de Kepler-16b son muy variables, porque dependen de la situación de sus dos soles. Una circunstancia que no se da en ningún otro planeta con un único sol.
Un hallazgo que demuestra que en la Vía Láctea existen más sistemas binarios, que a diferencia de la Tierra, tienen más de una estrella más que ilumina su superficie. Por el momento, el telescopio de la NASA ha identificado cerca de 2.000 sistemas de este tipo, en las 160.000 estrellas observadas.