Los más de dos metros de altura no pasan desapercibidos en el Club Once Unidos de Mar del Plata, lugar donde hace local Buenos Aires Unidos. Este cubano nacido hace treinta y nueve años es uno de los jugadores más queridos por todos. Y eso a él lo ayuda a la hora de jugar.

En imagen: Ihovany Hernández y André Radtke, cubano y brasileño, ambos gigantes que "luchan" en el centro de la red.

Ihosvany Hernández fue considerado como uno de los mejores centrales de la pasada temporada de la Liga Argentina, y todo gracias “al motor” del equipo que es la hinchada.

Una vez que dejó su Cuba natal (en el 2001) jugó en ligas internacionales muy importantes como la de Italia, Turquía, Polonia y Rumania. Pero a este Licenciado en Cultura Física le faltaba disputar la Liga Argentina de Vóley, aquella que observó y admiró por años.

Han pasado ya un año y medio y es bastante tiempo. El proyecto de Buenos Aires Unidos ha mejorado mucho con respecto a los jugadores del plantel. Vinimos a cumplir una función y así fue como, por un lado, más chicos se anotaron en los diferentes clubes de la ciudad mientras que por el otro, hemos creado un equipo competitivo a nivel nacional, logramos salir campeones de un torneo muy complicado como el Súper 8. El resto del campeonato fue variado hasta que llegamos a tener un record de once partidos invictos y como si fuera poco, pudimos terminar primeros en la fase regular. Ya en los playoffs comenzamos muy bien pero, en la semifinal con Bolivar se nos complicó. Tanto fue así que nos dejó sin la posibilidad de jugar la final. Esa noche nos quedamos con la espina clavada todos, no sólo por no pasar a la definición sino porque a Bolivar le habíamos ganado todos los partidos del año. Entonces como que nos quedó un gusto amargo.

Por suerte, meses después, se pudo mantener el 80% equipo para seguir buscando lo que queríamos. Hombre por hombre está mejor que el año pasado lo que es un problema para Waldo (N d R: Kantor, entrenador del equipo) porque todos estamos en perfectas condiciones para jugar y él tiene que elegir a solamente seis jugadores. Hoy en día tenemos una baja bastante importante como lo es la de Sebastián Firpo, por lesión. Esperemos que se recupere para estar en la fase final de la Liga y así poder estar todos a “punto caramelo” como decimos en Cuba.

Para mí, Argentina siempre fue un reto. Desde Italia observaba mucho lo que pasaba acá hasta un punto en donde vi que “desapareció” la liga. Con los años fue subiendo esa calidad que faltaba tanto a nivel jugadores como directivos y por suerte, se empezó a tomar en serio las cosas a la hora de fichar jugadores y de mantener los contratos al día. Yo veía que me quedaba pendiente jugar en Argentina donde estuve varias veces con la Selección Nacional de Cuba y siempre me fui con una medalla colgada. Vine para los Juegos Panamericanos de 1995, a dos Copas Américas y la verdad es que disfrutaba estar acá. Ahora que tengo la posibilidad de vivir en esta ciudad con mar y además, jugar en un nivel competitivo es un sueño hecho realidad.

Me parece que dejamos desaprovechar una buena oportunidad. En el primer partido que perdimos en casa, por tie break, se nos fue la serie. El siguiente lo ganamos ampliamente, pero ese primer juego nos pegó bastante en nuestras intenciones. Sentimos que no dimos lo máximo de cada uno como para ganarles. No salimos a la cancha con la concentración necesaria para derrotar a Bolivar y así perdimos la posibilidad de arrancar con ventaja en una serie larga como lo fue. Ese partido fue determinante, al igual que el último jugado en el Coloso de Parque Luro que lamentablemente, llegamos con bastantes dudas en algunos jugadores, Marcos (Milinkovic) venía con un dolor en su rodilla que no lo dejaba jugar como él quería y, además, ellos jugaron un gran partido. Lo pudimos haber cerrado antes, pero no lo supimos hacer. Ahora, con la experiencia del año pasado, sabemos que no hay ningún partido fácil en ninguna instancia. Todos hay que jugarlos “a muerte” si se quiere ganar, no hay que salir confiados a la cancha como lo hicimos ese primer juego contra Bolivar.

Ese es un ingrediente que tiene la Liga Argentina, es una competencia larga y exigente lo que provoca varios lesionados en el transcurso de ella. Dentro de todo lo malo que pasamos, tuvimos bastantes bajas a principio de la temporada que ya se están recuperando. Sirve sólo decirte que jugamos únicamente tres partidos con todo el equipo completo. Al igual, los jóvenes están haciendo un gran trabajo, ellos pueden ayudarnos a buscar ese pasito que nos quedó pendiente el año pasado. Si observas un partido de la temporada pasada, los jóvenes no tenían tanto protagonismo como ahora, este año son determinantes. Hoy en día, “pongo las manos en el fuego” por ellos.

Me quedan dos objetivos. El primero es poder alargar al máximo mi carrera deportiva y el segundo poder estar en equipos competitivos que puedan ganar campeonatos. Este último fue un motivo importante para que yo venga a jugar a Buenos Aires Unidos, porque, hoy en día, en esta competencia podemos llegar a ganar lo que queramos.

Mejoró bastante y no sólo gracias a los primeros cuatro equipos de la tabla. Actualmente, todos les pueden ganar a todos. El año pasado, un pelotón se alejó del resto ni bien arrancó la segunda parte de la primera fase y eso como que le sacó el atractivo necesario para continuar. Por suerte el campeonato está más competitivo. Hace un tiempo todos estábamos cansados que haya un solo equipo que ganará siempre, el año pasado hubo un nuevo campeón que le dio más credibilidad a todos. Esperemos que seamos nosotros los campeones.

Pienso que los jóvenes que están establecidos en la Selección son muy responsables y talentosos que pueden hacer muchas cosas. Ahora, está en la Argentina en no tomarse vacaciones y seguir trabajando por el futuro inmediato. Hay que ir renovando todo el tiempo.

Yo creo que ellos son el motor de todo esto que ves. Cuando el jugador tiene un “feeling” con el aficionado tiene la obligación de dar todo por el otro. Si no da ese extra que llamamos a la hora de jugar es como si se le faltase el respeto a aquel que viene a verte. Hoy en día, el hincha es un jugador más dentro del equipo. Lástima que todavía no tenemos un coro que identifique al hincha donde se coree el nombre de Buenos Aires Unidos para así, todos los jugadores y no solamente yo, se sientan apoyados por ellos.

Muy simple: es un sueño hecho realidad.

Les diría que vinieran a ver un espectáculo de vóley único en la Argentina. Que los amantes del vóley agarren a quién esté a su lado y lo traiga a ver jugadores de primer nivel. Hay que aprovechar el buen proyecto que se está llevando a cabo en la ciudad y que nos vengan a apoyar con su amor incondicional para poder llegar lo más lejos posible.

Prensa Buenos Aires Unidos