Investigadores de la empresa de computación IBM lograron almacenar un bit de datos en una memoria compuesta por tan sólo 12 átomos.
Actualmente se requieren al menos un millón de átomos para almacenar un bit en un disco duro moderno, afirman los investigadores de IBM.
Por lo tanto, su invento es considerado el dispositivo magnético de memoria más pequeño del mundo.
Según el equipo involucrado en el proyecto, la técnica empleada abre la posibilidad de producir memorias magnéticas de computadora mucho más densas que los discos duros y chips actuales.
"Al menos cada dos años los discos duros se vuelven más condensados", explicó el director de la investigación Sebastian Loth.
"La pregunta obvia es hasta dónde podremos llegar y los límites físicos del mundo de los átomos".
El grupo inició la construcción de esta memoria planteándose cuál sería el mínimo número de átomos necesarios para almacenar un bit de información.
Descubrieron así que con menos de 12 átomos se perdía información, debido a efectos cuánticos.
Mecánica cuántica
Un bit puede tener un valor de 0 o 1 y es la forma más básica de información en computación.
"Solíamos construir estructuras cada vez más grandes hasta que se descubrió la mecánica cuántica, presente en los actuales sistemas de almacenamiento, y su límite es 12 átomos".
El grupo de átomos, que se mantuvo a muy bajas temperaturas, fue agrupado utilizando microscopios de efecto túnel.
Algo esencial fue el uso de materiales con distintas propiedades magnéticas.
Los campos magnéticos de bits hechos con materiales ferromagnéticos convencionales pueden afectar a los bits vecinos si se sitúan muy cerca los unos de los otros.
"En sistemas de almacenamiento magnéticos convencionales la información se guarda en material ferromagnético", explicó el Dr. Loth desde el Center for Free-Electron Laser Science en Alemania.
"Además de ello influye el gran impacto magnético que puede interferir con los vecinos, lo que es un gran problema en la miniaturización".
Reto tecnológico
Otros científicos consideran que los resultados de esta investigación son interesantes.
"La arquitectura de las actuales memorias magnéticas están limitadas respecto a cuán pequeñas pueden ser", afirma Will Branford, del Imperial College de Londres.
"Este trabajo demuestra que se pueden almacenar datos mucho más condensados empleando bits antiferromagnéticos".
Sin embargo, la transferencia de esta tecnología desde el laboratorio a la producción masiva puede llevar tiempo.
Loth considera que si se aumentara el número de átomos a un total de 150 o 200, el dispositivo podría ser estable a temperatura ambiente, lo que abre la posibilidad de aplicaciones más prácticas.
"El reto tecnológico ahora es desarrollar nuevas técnicas de fabricación", puntualizó.