Organizaciones ambientalistas de Sudáfrica manifestaron su preocupación por el aumento de la caza furtiva de rinocerontes, pese a los intentos de las autoridades que llevan años tratando de controlar ese problema.
Los empleados del Parque Nacional Kruger encontraron ocho rinocerontes muertos en un solo día a principios de esta semana y el año pasado se registró un récord de 448 animales muertos.
La cifra contrasta con la de hace tan sólo diez años, cuando las muertes de rinocerontes por caza furtiva era de 15 al año.
Además, esta semana los guardaparques se vieron involucrados en un tiroteo con presuntos cazadores en el cual dos de los sospechosos murieron.
Reynolds Thakhuli, portavoz de los parques nacionales de Sudáfrica, explicó que los ocho animales muertos fueron hallados en diferentes lugares de Kruger y que esta cifra es inédita.
El corresponsal de la BBC en Johannesburgo Milton Nkosi informó que las autoridades del parque Kruger en un intento de proteger a los animales pidieron ayuda de las fuerzas de defensa sudafricanas.
Sin embargo "hay que tener en cuenta que el parque es de un tamaño comparable al de Bélgica o Israel, lo que hace muy difícil garantizar la seguidad de las especies", añade.
Auge asiático
Según Nkosi, el auge económico de Asia en los últimos años podría estar detrás del aumento de la caza furtiva.
El gran tamaño del Parque Nacional Kruger dificulta su patrullaje.
Y es que una creciente clase media en países como China y Vietnam está dispuesta a pagar altos precios por supuestos remedios medicinales confeccionados a partir del cuerno de rinoceronte.
Además, existe una creencia popular de que los cuernos de rinoceronte tienen propiedades que pueden servir para curar desde el cáncer hasta el reuma o la gota y también se usan para preparar afrodisíacos.
Al poseer las mayores reservas de rinocerontes del mundo con más de 20.000 ejemplares, Sudáfrica está en la mira de los traficantes particularmente ahora cuando la demanda de cuerno del animal llega a sus más altos niveles.
Los cazadores anestesian a los animales con dardos tranquilizantes, y luego se sirven de una motosierra para cortar los cuernos.
El rinoceronte es abandonado hasta que muere desangrado.
Se estima que las astas pueden costar hasta US$64.000 el kilo.
Según el Informe Nacional de Cumplimiento y Aplicación de la Ley en Sudáfrica, 214 sospechosos de matar rinocerontes fueron arrestados entre abril de 2010 y marzo de 2011.
Con estas sanciones, se quiere evitar que este animal acabe como el rinoceronte negro del oeste de África, al que a finales del año pasado, la nueva evaluación de especies en peligro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza clic declaró extinto.
En 2010, en el parque Cat Tien en Vietnam, fue hallado el último ejemplar del rinoceronte de Java con el cuerno cortado y disparos en las patas.
Fuente: BBC