Adobe Flash se rinde ante el HTML5 y abandona los dispositivos móviles
Por omicrono
  
Jueves, 29/12/2011
Esta tecnología se utiliza en videojuegos, animaciones y contenidos interactivos. Seguirá en los sistemas operativos de escritorio y navegadores tradicionales. El desarrollo se detendrá en dispositivos móviles, en favor de HTML5.

Adobe, la compañía que desarrolla la tecnología Flash de contenidos multimedia para todo tipo de sistemas operativos y software, ha reconocido en su blog que el estándar HTML5 se ha consolidado con tanta fuerza en todo tipo de sistemas y dispositivos y que prefiere reorientar Flash hacia lugares en los que realmente pueda ser útil y marcar la diferencia.

En los últimos tiempos ha habido un gran debate, especialmente en el mercado de las tabletas y los dispositivos móviles, acerca de la relevancia de la tecnología de Adobe.

Sin duda ha sido una de las más importantes en cuando a popularizar los contenidos multimedia en Internet, donde las herramientas de diseño y animación disponibles para los desarrolladores siempre habían si un tanto parcas.

Con Flash se podían crear páginas web animadas y con todo tipo de efectos, ver vídeo o crear videojuegos en todo tipo de variedades.

Los problemas de Flash
Pero Flash era una tecnología cien por cien propietaria de Adobe, y además de que los que lo usan deben llegar a un acuerdo para licenciarla (aunque para los usuarios finales sea gratuito) desde hace tiempo se le conocen otro tipo de problemas.

Uno de ellos es que debido a su naturaleza es un ávido consumidor de CPU, algo que los usuarios notan perfectamente cuando visitan páginas con elementos Flash incrustados: el consumo del procesador aumenta y en ocasiones el resto de aplicaciones sufren las consecuencias.

Pero el peor problema no era ese, sino lo que ese consumo implica en dispositivos como los teléfonos móviles o las tabletas: un acortamiento de la duración las baterías, algo que va en contra de la experiencia de usar un aparato autónomo al rebajar drásticamente su autonomía.

A esto hay que añadir que las últimas versiones han sido muy criticadas por venir plagadas de bugs y pequeños fallos que hacían que el navegador se "rompiera" y hubiera que reiniciarlo.

Harto de ver que los problemas de rendimiento, consumo y bugs no se solucionaban, y de depender a una plataforma 100% propiedad de Adobe, el propio Steve Jobs publicó una carta abierta en la web de Apple con el objetivo de explicar por qué no iban a incluir Flash en los iPad.

El asunto fue un poco incendiario, y la decisión bastante cuestionada, pero Jobs tenía razón: el iPad y los iPhone podían vivir perfectamente sin Flash, dado que existían otros estándares para ver vídeos y muchas páginas habían pasado de depender de Flash para usar el HTML5 más moderno, compatible y abierto.

Una decisión con muchas lecturas
La decisión de Adobe puede entenderse de muchas formas, pero lo que queda claro es que reconocen haber sido superados por el HTML5, que es más universal y funciona sin problemas en todas las plataformas móviles además de en los sistemas operativos tradicionales.

De hecho, se plantean "contribuir más agresivamente" al desarrollo del HTML5: eso significa más compatibilidad con dicho estándar y mejores herramientas para desarrolladores y diseñadores, como Edge , anunciada hace unos meses, que sean capaces de sacarle todo el partido.

En esta decisión se ha matizado que Flash seguirá existiendo para los navegadores web de los ordenadores de escritorio (Windows, Mac, Linux) como hasta ahora, y que se harán cargo de todos los parches y resolución de bugs que pudieran aparecer en las versiones ya existentes para móviles.

Flash también seguirá existiendo "empaquetado" dentro de las aplicaciones desarrolladas bajo Adobe AIR, otra tecnología que permite crear aplicaciones multisistema de forma relativamente sencilla, incluyendo apps para móviles.

Algunas excepciones son curiosas: las tabletas PlayBook , por ejemplo, dependen bastante de Flash y de hecho lo "vendieron" como uno de sus puntos fuertes.

¿Qué sucederá ahora con ellas? Adobe ha explicado que RIM continuará independientemente con el desarrollo de Flash para su propia plataforma, gracias a una licencia especial que han acordado, lo cual es una decisión que suena cuando menos extraña:. Es como el viajero que prefiere seguir en un tren a ninguna parte cuando todos los demás ya se han bajado en la última parada.

Flash en las teles inteligentes y los videojuegos
Otro terreno que queda en un estado de cierta incógnita es el de Flash para las televisiones interactivas, un campo en el que todavía hay mucho por explorar.

Según han explicado, las preferencias de Adobe pasan por que en vez de utilizar Flash dentro de un navegador que se visualice en la televisión se creen aplicaciones de tipo AIR con Flash integrado para que la experiencia sea mejor.

En definitiva: que aunque habrá Flash para las televisiones, es probable que en los navegadores que lleven incorporados (generalmente versiones de Opera) no se pueda usar Flash.

Otro grupo de aplicaciones que se salvan de la "espantá" son los entornos de videojuegos, donde Flash es relativamente muy popular por la facilidad con la que se pueden desarrollar juegos desde los más simples a los más avanzados.

Adobe ha explicado que seguirá esforzándose para que las necesidades gráficas de éstos queden cubiertas, bien sea con mejoras en Flash o en HTML5, para lo cual afirman estar trabajando con el consorcio W3C que define los estándares de Internet y con otros grupos técnicos.

Visto desde fuera, la nueva situación en cualquier caso mejorará la experiencia de los usuarios sin lugar a dudas: actualmente ya había un apoyo suficiente a HTML5 como para que casi todo funcionara adecuadamente, y si Adobe elige ese camino su futuro será más prometedor todavía.

Por otro lado, solo quienes dependen todavía de Flash en los navegadores de los teléfonos inteligentes o los tablets -como es el caso de RIM o de otros fabricantes de tabletas menores- pueden quedarse un tanto rezagados, pero en cualquier caso cuando lo deseen también podrían hacer una transición sin mayores problemas.


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